De mares te escribo en el sosiego de tu vientre,
De mares te digo lo que veo en el cosmos de tu mirada,
De mares soy nada en éste rincón,
De mares con reflejo de sol, veo el atardecer en un
espacio estrecho,
trinchera soledad,
acantilado con brisas de mar;
esperando en transición, un firmamento
que rememorando, te suele adornar.
Puede que veas que estoy aquí, puede que no.
De mares me arranco el corazón,
en la tregua entre tu y yo.
Se me olvido, ¿en dónde estoy?
-De mares hay estrellas y en todo un solo Dios-
En pinturas hay mares y de mares me ahogo,
porque estoy, camino, me hago suspiro, me
estoy haciendo nada y cuando sea silencio
seré remolino en el corazón de los que me piensen
y moraré en las letras del olvido, y seguiré siendo yo,
pero que no se les olvide que fui yo en ti y tu en mi y
juntos nos hicimos uno.
De mares surcados en la curvatura de tu cintura,
De mares anclados en la curvatura de un espacio-tiempo,
De mares la vida sigue, de mares la poesía se reviste
en la implosión de los versos de ayer y hoy.
De mares sueño con tu alegría, añoro un abrazo,
un beso y colisión de cuerpos cálidos.
De mares me lees y sientes que a ti te lo digo
y es así -amor- que a ti te escribo.
© Fausto Morales. Todos los derechos reservados.
